El patio de armas relucía con esplendor mientras la célebre bandera Tau de la casta de fuego ondeaba en lo mas alto con el característico color turquesa del sector Bork'an. Los nuevos reclutas estaban listos para formar parte de las fuerzas del imperio, rastreadores, guerreros, los que dominarían las armaduras crisis, apocalipsis e incluso la nueva y afamada cataclismo. Los comandantes presentes estaban deseosos de que estos nuevos soldados pasaran a formar parte de sus escuadras y tropas, los etéreos se disponían a observar como todo funcionaba como debía.
Todo estaba listo cuando un holograma de Aun'va apareció en medio de todos para dar el discurso de bienvenida a los nuevos miembros para la defensa del imperio Tau. Y entonces comenzó a hablar el discurso transcurría con normalidad, todos los presentes atendían a sus palabras como su fuera oro. Pero a tres reclutas se les notaba los nervios en la cara, tres rastreadores estaban impacientes por poder formar parte de las tropas del comandante Kir'qath, que allí presente, con una cara de determinación y seriedad observaba a los nuevos y de entre ellos algunos formarían parte de sus soldados.
Los tres rastreadores impacientes miraban a todos lados para ver a sus camaradas, aunque las palabras de Aun'va motivaba su fuerza interior y les inspiraba un gran afán de batalla y llevar el Bien Supremo a todos los lugares. Pues en sus mentes se reflejaba todo lo que decía y las batallas de los famosos comandantes.
Kir'qath que había sido instruido en la afamada escuela de comandantes de Jun'nami situada en el monte Kan'ji de Dal'yth, observo a los reclutas pues varios de ellos le observaban y sabían que a pesar de su juventud era una promesa para el imperio. Cuando todo hubo terminado terminado un gran y sonoro estruendo de alegría invadió el patio que con el sol en lo mas alto del cielo hacia brillar el blanco y reluciente de los edificios Tau.
Los tres rastreadores vieron como el comandante Kir'qath se marchaba pues sus labores militares lo reclamaban, tras hablar con un etéreo, y mirar fugazmente a varios reclutas a estos tres rastreadores le dio la sensacion de que no formarían parte de sus tropas. Ya desilusionados los tres rastreadores se dirigieron a las mesas de organización donde les mandarían a su destino. Faltaban unos pocos soldados por distribuir, y el etéreo que había hablado con Kir'qath apareció en escena hablando con el administrador de la casta del agua susurrandole algo al oído para después marcharse. Y entonces llego el turno al primero de los tres rastreadores, el cual pronunció su nombre, "Shas' la Kiru" y el administrador con un gesto le dijo que apartara y llamo a los otros dos y les dijo que se presentara y respectivamente estos dijeron, "Shas'la Rem" y "Shas'la Yu'mi" pues esta última era una Tau femenina, y tras una mirada y un gesto de aprobación el administrador les señalo hacía un extremo donde estaba el etéreo que había hablado con el y con Kir'qath.
Consternados los rastreadores, caminaron hacía el y vieron como un nuevo recluta de la casta del aire se unía a ellos y se dirigía también hacía el etéreo. Y cuando llegaron el etéreo muy respetuoso y con una leve inclinación como gesto de saludo y bienvenida, se presento diciendo, - Mi nombre es Josu'un y vosotros sois los nuevos reclutas del comandante Kir'qath, seguidme pues vuestras andaduras en el imperio Tau acaban de comenzar y es hora de que conozcáis a vuestro comandante. Y a ti piloto Kor'vre Gun'na, tu nave llegará en unos meses pero mientras aprenderás de un gran amigo del comandante y practicaras con nuevos simuladores-. Y tras esto todos con el sol ya marcando la tarde se marcharon con un paso firme hacia un nuevo episodio.
Y hasta aquí el relato de hoy, que os ha parecido amigos? recordar que siempre podéis formar parte de la gran historia mandándome al correo vuestros relatos, entrevistas a mi correo.
Un saludo Por'la.
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